Descuento cambiario
Sin embargo, puede realizarse el descuento sobre otros documentos de crédito, como recibos, cupones, certificaciones, etc. Aunque puede ser objeto del descuento cualquier crédito no vencido, lo habitual es que esté incorporado a un título cambiario (generalmente, letras de cambio) pero cuando el título no es cambiario, por ejemplo, certificaciones de obra, reconocimientos deuda, entre otros, se habla de descuento no cambiario.
El descuento cambiario se divide a su vez en descuento comercial y descuento financiero. En el descuento financiero la finalidad económica es distinta: aquí la letra de cambio no responde a la ejecución de una operación comercial, sino que funciona como instrumento de crédito para que el banco facilite fondos al cliente sin necesidad de recurrir al tradicional contrato de préstamo, operando como una garantía cambiaria a favor del banco por el importe del capital prestado.
Esto significa que los beneficiarios de estas letras pueden acudir al banco para que les adelante el dinero y así conseguir liquidez inmediata. Descuento de letras de cambio. Lo conforma cualquier otro título o derecho de cobro que no sea una letra de cambio (pagaré, recibos, facturas…).
Ejemplo Se firma un pagaré con un monto de 18000. Cuánto debe pagar para cancelar la cuenta? Ley Cambiaria y del Cheque nos dice: "las acciones cambiarias contra el aceptante prescriben a los tres años, contados desde la fecha del vencimiento".
Dirigirse contra el tercero deudor mediante la acción cambiaria directa. Reembolsándose del cliente ejercitando la acción cambiaria en vía de regreso o la acción derivada del contrato de descuento. En el contrato de descuento, la entidad de crédito se obliga a descontar las letras que le entregue el cliente hasta una cifra máxima.
El descuento más corriente es el cambiario que recae sobre títulos valores (letras de cambio, pagarés…). Se diferenciarán por el tipo de interés al que se presten, dependiendo del plazo del anticipo al que se sujeta la operación. Al igual que sucede con los pagarés, las letras de cambio también admiten la operación de descuento de efectos. Qué se consigue con la acción cambiaria ? En primer lugar permite el reclamo del pago.
La cantidad será el mismo valor que se ha estipulado en el título de la acción cambiaria. No obstante, si la acción cambiaria se ha producido por aceptación o por pago parcial, la cifra corresponderá a la parte que no ha sido aceptada o pagada.
Pagarés cambiarios. Este sendos a la entidad financiera y deberá estar acompañado de los correspondientes timbres.
Estable notará de mayor facilidad judicial para recuperar el dinero, en caso de impago. La cumplimentación tiene menor complejidad que cualquier otro documento cambiario.
Del latín “computare” viene la palabra descuento que quiere decir contar. Es la acción y el efecto de descontar. Se entiende por la disminución o depreciación que se le hace a un monto o precio.
De este modo, el descuento es presentado como un beneficio para el comprador, pero para esto no es necesario que el vendedor pierda parte de la plata que ha invertido en comprar dicho producto para la venta o que el precio con descuento esté por debajo de sus honorarios por sus servicios prestados. Las acciones cambiarias son las modalidades por medio de las cuales una persona puede solicitar que se realice el pago de un determinado valor (por ejemplo el descuento de pagarés).
Estas acciones pueden clasificarse en acción cambiaria directa y acción de regreso. Este se endosa a la entidad financiera y tiene que acompañarse con los correspondientes timbres para que haya una mayor facilidad judicial para recuperar el dinero si se produce un impago.
Este descuento se calculará al interés legal del dinero vigente al día en que la acción se ejercite, aumentada en dos puntos. Se reconoce dos tipos de acciones cambiarias por falta de aceptación o de pago de la letra: La acción directa contra el aceptante o sus avalistas y la acción de regreso contra cualquier otro obligado cambiario.
Derecho cambiario, según opina el Autor Raúl Cervantes Ahumada, y por ello se entreteje la Doctrina legal de los Títulos de crédito, que sigue la vigente Ley Gral.
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